Tejas de chocolate

Muchas veces nos rompemos la cabeza con recetas super complicadas, con muchos ingredientes, muchos pasos a seguir, y encima luego va y se te queman. Bueno esta no, esta receta me quedó grabada en la mente porque más fácil no puede ser, y el éxito está asegurado.

Ñoquis del 29

Los ñoquis o gnocchi son un tipo de pasta italiana, que por supuesto los argentinos hemos adoptado. Generalmente cuando nos referimos a ñoquis, son de papa (patata), pero pueden ser de calabaza, espinacas, zanahorias, ricotta, sémola, maicena …

¿Por qué del 29? … bueno es una tradición que recuerdo desde siempre. Los ñoquis son un plato barato de hacer, y el día 29 de cada mes es un día del calendario donde el dinero en nuestros bolsillos no sobra. La tradición dice que si colocas un billete bajo el plato, te dará suerte.

Amarettis - Tiramisú original.

Tal vez sea por la lejanía que uno trata de conservar sus costumbres, como un acto casi inconsciente que te lleva a recordar ciertas cosas, en este caso sabores. 

Buscando una receta para un postre que quería hacer, encontré una muy original de tiramisú de Lorraine Pascale. Dentro de sus ingredientes aparecían los amarettis, y como acto de magia empecé a recordar ese sabor, los amarettis! esos que te ponían en la cafeterias de Rosario (por lo menos así lo recuerdo) junto con el café que te pedías (vasito con agua incluido claro). Acto seguido comencé a buscarlos por las tiendas, y como la ley de Murphy por algo está, no las conseguí por ninguna parte en Madrid, en aquel momento.
Luego de hacer la receta, claro, por supuesto, encontré un sitio donde venden amarettis, jejeje .. el sitio por si os viene bien el dato, se llama Academia del buen gusto . Es una tienda italiana pequeña, pero tiene de todo. Peero he de decir que las amarettis no son iguales, no tienen ese sabor que busco.
Encontré algunas recetas para hacerlas, también me enviaron mis amigas/os otras tantas recetas, pero no, aquello no era lo que recordaba. Suelo ser persistente, hasta dar con lo que realmente quiero, así que mi madre que es una santa, me las envió en un viaje que hizo mi suegra, todo para contentar a su niña, que nunca comía amarettis salvo en aquellas cafeterías, pero que de repente por la distancia o por lo que sea, tenía que volver a probar aquel sabor.